La semana pasada tomamos un descanso de negocios y hablamos de humildad, y de porque creo que ser humilde es el mejor mentor. Si no lo han leído, click AQUÍ.
Hoy hablaremos sobre la evolución de los negocios, y cómo ha cambiado a través del tiempo lo que influye que un cliente compre o no un servicio o producto de alguna compañía.
Al igual que todo en la naturaleza, los negocios también evolucionan. Desde tiempos de prehistoria, los negocios siempre han existido. En forma de trueque, en forma de tribus, en forma de compañías millonarias, siempre han estado ahí de algún modo u otro. Al principio, los negocios eran más simples, se basaban en disponibilidad y la gente compraba donde había lo que quería. El reto más grande de estos negocios era tener el stock necesario para vender, pero cuando llegaron a tener el stock necesario, también significó que llegó más competencia y el juego se hizo más difícil.

La segunda era de la evolución, se trata de precio. Ya que había muchas personas que tenían disponible lo que quería, para que los clientes siguieran comprando y fueran fieles a una marca tenía que haber precios accesibles para competir. Las compañías comenzaron a ver como bajar costos, hacer más eficientes procesos, y tener los precios más bajos del mercado. Esto ocasionó que varios de los productos comenzaran a perder calidad a cambio de un precio más bajo.

Lo anterior, ocasionó la entrada a la tercera era de los negocios, la era de la calidad. Cuando los clientes comenzaron a ver que su producto o servicio no era el mejor siendo el más barato, comenzaron a buscar más calidad. Los clientes dejaron de basar su criterio en solo precio, pero buscaban algo que cubriera sus necesidades por el tiempo que lo necesitaban. Los clientes comenzaron a buscar cuál era el mejor proveedor de productos o servicios en el mercado en cuestiones de calidad.

Al ver esto, las compañías comenzaron a mejorar su calidad, sin sacrificar mucho el precio. Esto se dio gracias a varios avances tecnológicos y logísticos. Pero comenzó otra era, y esta era sigue vigente en la actualidad, pero está en transición. Comenzó la era de la diferenciación. La calidad tiene que estar ya implícita en cualquier negocio, ya no puedes vender nada sin calidad. El precio ya es irrelevante porque hay muchas opciones. Y la disponibilidad es más que obvio que es necesaria y ya no es tanto un problema. Si todas las compañías tienen todos los puntos que eran importantes en las eras pasadas, ¿cómo es que me van a comprar a mí y no a la competencia? La respuesta se basa en ser diferente a los demás, no en servicio, no en producto, no en precio, sino en experiencias. Ya nadie te vende un producto, te venden una experiencia al momento de compra. Todo está enfocado a ofrecerle al cliente la mejor opción y una de las mejores experiencias que pueda vivir, lo cual generara una fidelidad por parte del cliente, y se volverá un cliente leal y regular.

Ahora, como mencione antes, estamos en la transición de una era a otra. Si ya bastantes compañías se dieron cuenta de que la experiencia y estar enfocado al cliente es lo mejor para el negocio, y ya muchos ofrecen todo esto. ¿Qué es lo que sigue? Lo que sigue, se le llama la era de la radicalidad disruptiva. Esto significa, como empresa tengo que interrumpir el status quo de las cosas, y provocar un cambio radical para un bien más grande que el monetario. Es por esto que varias compañías ahora hacen mucho énfasis en ¿qué están haciendo por el medio ambiente?, ¿qué movimientos están soportando?, y ¿a qué asociaciones están ayudando?. Estamos entrando a la era del altruismo y el valor, una era en donde es más importante el dar que el recibir, y donde las empresas tienen que ver por los otros antes que por ellos para conseguir que los clientes resuenen con su misión y que no dejen de ser leales a una marca.

El blog del día de hoy fue un poco más corto, pero espero haya sido de ayuda para todas aquellas personas que tienen una compañía. Es importante no clavarnos en la era 2 y 3, que es precio y calidad. Ya no basta con tener solo esos 2 aspectos para tener una compañía que crezca, hoy en día hay más complicaciones, complicaciones que los emprendedores amamos, y que nos hacen ser mejores y ayudar a más personas.
La siguiente semana hablaremos un poco sobre el ciclo infinito de cambio de una compañía, y cómo es que siempre tiene que estar evolucionando para seguir siendo relevante.

