Si leyeron el blog de la semana pasada, recordarán que hablamos sobre cuáles son los niveles de acción que podemos tomar en la vida. Si no lo han leído click AQUÍ. Estos niveles de acción no servirían de nada si no los aplicamos, y una de las formas de aplicarlos es de lo que hablaremos hoy, que es metas y objetivos.
Primero que nada hay que hablar de qué son metas y que son objetivos, y cuál es la diferencia entre ellos.
Metas son esas cosas que te planteas a largo plazo, y para que sean más interesantes hay que planteárselas en grande. Tal vez imposibles de alcanzar en nuestro tiempo de vida, pero que nos motivaran a seguir adelante. Objetivos, por el contrario, son más a corto plazo. Los objetivos hay que planteárnoslos por días, semanas, meses, y tal vez 1 año. Pero nada más adelante de eso, si no se convierten en metas.
Ahora se preguntarán, ¿por qué es importante plantearse metas que tal vez sean imposibles de alcanzar en mi tiempo de vida? La verdad es que hasta hace poco yo tampoco lo entendía, pero ahora es la forma en el que me planteo en qué operar y que dejar pasar. Al plantearnos metas grandes, nos ponemos en la cabeza que podemos lograrlo. Hay que creer que podemos lograrlo también. Las metas tienen que ser tan grandes, que valga la pena todo el sacrificio, el dolor, los fracasos y las decepciones que pasaremos al tratar de alcanzarlas y no perder el enfoque en el camino de que vamos por algo más. Hay que partir esas metas en pequeños pedazos, y convertirlas en nuestros objetivos. Los objetivos se convertirán así en una forma de confirmar que podemos alcanzar el sueño más grande.
Cuando logramos completar un objetivo, nos llevamos la satisfacción de que lo hicimos, y en esa satisfacción hay que sentarnos a analizar que fue lo que hicimos bien, ya que este cumplimiento nos acerca más al sueño, y nos da la mecánica necesaria para convertirlo en una realidad.
Hay varios tipos de metas y objetivos, siendo los más comunes espirituales, físicos, financieros y en comunidad. Todos ellos importantes, y todos deberíamos plantearnos al menos una meta de cada tipo. Para cumplir los objetivos, hay que saber qué es lo que tengo que hacer hoy para llegar a él. Tal vez sea hablarle a esa persona que nos da miedo, pasar ese examen que tanto nos preocupa, tocar esa puerta que no hemos tocado, en resumen buscar la oportunidad.
Como dije antes, llegar a estas metas que nos propongamos no va a ser nada fácil, y hay que tener en mente que siempre vamos a tener que intercambiar algo por llegar a ellos. Nada viene sin ningún costo en esta vida. Tal vez sea intercambio monetario, te cuesta dinero. Tal vez te cuesta no ir a esas vacaciones porque decidiste ir a una conferencia, tal vez te cueste dejar ir a un amigo, porque no se alinea a lo que quieres llegar, o tal vez ya no sales todos los fines de semana, porque hay que atender juntas los domingos. Al final a todos nos va a costar algo. Llegar a la meta requiere de lo que yo le llamo “Las 3 P’s” por sus siglas en ingles. Estas 3 P’s son: Pain, Punishment and Payoff. Cuánto dolor estamos decididos a soportar, cuántos castigos de la vida vamos a aguantar, y cuál va a ser nuestro aprendizaje y pago al final del duro camino.
Otra de las cosas que tenemos que entender, es que para alcanzar nuestras metas y objetivos, debemos de aprender que no podemos controlar todo, y no deberíamos aspirar controlar y hacer todo, como mencione en el blog de la importancia de un ejército (click AQUÍ para leerlo). Es parte del pago que debemos hacer, dejar ir ciertas cosas para conseguir algo más, pero siempre teniendo en mente que lo que dejamos ir es porque no se alinea con el propósito, y lo que dejamos entrar sí.
Ya para terminar este blog, los quiero dejar con una tarea. Plasmen en su mente una meta que tengan, y después de tenerla en la mente multipliquen esa meta por 10, y pónganla en papel. Hagan esto cada día, y después de plasmarla escriban ¿qué tengo que hacer hoy para alcanzar esa gran meta que me puse? Y recuerden no tenerle miedo a la decepción de no alcanzar la meta, a veces esa decepción es el combustible que nos hace falta para inspirarnos y llegar a más, escalando niveles y aprendiendo más en este juego del aprendizaje infinito.
La próxima semana hablaremos de cómo hacer las matemáticas para lograr hacer objetivos reales y metas lo suficientemente grandes, lo cual es muy importante para el éxito personal y profesional.

